Si tuviera la oportunidad de elegir algo en mi vida profesional, sería que se reconociera y valorara mi capacidad para desenvolverme en distintas áreas, no solo en una.

De mi empresa, me gustaría:

• Variedad de proyectos. No quiero quedarme limitado a una sola función; necesito desafíos que me permitan aplicar mis diferentes habilidades.

• Confianza en mi capacidad de aprendizaje. Puedo adaptarme rápido a nuevos conocimientos y roles si me dan la oportunidad.

• Espacio para ser yo mismo. Mi creatividad y manera de pensar fuera de lo común son un aporte, no una distracción.

• Apoyo y guía. Tener a alguien que me oriente y ayude a potenciar mis talentos marcaría la diferencia.

Del psicólogo industrial, esperaría:

• Comprensión. Ser multipotencial no significa falta de enfoque, sino una ventaja si se canaliza bien.

• Orientación. Necesito ayuda para encontrar roles donde pueda desarrollar mis diversas habilidades sin sentirme limitado.

• Gestión del tiempo. Manejar muchas áreas a la vez puede ser un reto; aprender a priorizar y organizarme es clave.

• Mejor comunicación. A veces me cuesta expresar lo que quiero o hacia dónde voy; mejorar esa habilidad me ayudaría mucho.

De mis compañeros, valoraría:

• Aceptación. Que entiendan que mi curiosidad y ganas de aprender de todo no son inestabilidad, sino parte de lo que me hace valioso.

• Colaboración. Me gusta intercambiar conocimientos y experiencias con los demás.

• Respeto por mis ideas. Aporto perspectivas distintas y me gustaría que se tomaran en cuenta.

• Celebrar los logros juntos. Compartir el éxito con los demás hace que el trabajo sea más motivador.

En conclusión, un ambiente ideal para una persona multipotencial es aquel que brinda flexibilidad, reconocimiento y oportunidades para desarrollar varias habilidades sin sentirse atrapado en un solo rol.