Carácter de proceso y carácter de ciclo en la gestión de proyectos.

En esto de los proyectos, lo más importante es entender que las cosas no son estáticas, ¡ni mucho menos! Todo el tiempo hay que estar viendo cómo se mueven las actividades y cómo encajan unas con otras. Dos ideas clave que nos ayudan a mantener el orden y a que el proyecto salga adelante son el rollo del proceso y el rollo del ciclo.

Proceso

Cuando hablamos de proceso, nos referimos a que la gestión de proyectos es como una receta de cocina, ¿me entiendes? Hay que seguir los pasos uno a uno para que el plato (o sea, el proyecto) quede de rechupete.

¿Qué onda con el proceso?

* Uno detrás de otro: Las actividades tienen un orden, no podemos empezar la casa por el tejado, ¿verdad?

* Todo pensado: Desde el principio sabemos qué queremos lograr y cómo vamos a llegar hasta ahí.

* Sin salirse del tiesto: Si tenemos claro lo que hay que hacer, no hay margen para improvisar.

* Ojo avizor: En cada fase vamos viendo cómo vamos y si hay que ajustar algo.

Un ejemplo para que lo veas claro: Imagínate que estás construyendo un edificio. Primero haces los planos, luego buscas la pasta, después levantas la estructura y, al final, entregas el edificio listo para vivir.

Ciclo

El ciclo, por otro lado, nos dice que la gestión de proyectos es como una rueda que gira y gira. Una vez que terminamos un proyecto, lo que aprendimos nos sirve para el siguiente, ¿me explico?

Las fases del ciclo:

* Planificación: Aquí nos sentamos a pensar qué queremos lograr, qué recursos tenemos y cómo vamos a organizarnos.

* Organización: Repartimos el trabajo, asignamos responsabilidades y nos aseguramos de que todo fluya como la seda.

* Dirección: ¡Manos a la obra! Lideramos a los equipos, nos comunicamos como campeones y motivamos a la gente para que den lo mejor de sí.

* Control: Vamos viendo cómo va el proyecto, si nos estamos desviando del camino y qué hay que hacer para volver al ruedo.

Si combinamos el proceso y el ciclo, tenemos la fórmula perfecta para gestionar proyectos. El proceso nos da la estructura y el ciclo nos permite aprender y mejorar en cada proyecto.

En resumen, entender el proceso y el ciclo es fundamental para cualquier persona que se dedique a esto de los proyectos. Si aplicamos ambos enfoques, no solo haremos un buen trabajo, sino que también aprenderemos y creceremos en el camino. ¡Así, cada proyecto será mejor que el anterior!"

Referencias bibliográficas:

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